Os presentamos la segunda mesa de las Jornadas de Puertas Abiertas de nuestro Máster Propio de Intervención Familiar Sistémica de la Universidad de Zaragoza. Hablaremos de Acción Social y sistémica una relación que va unida desde la implementación de la Teoría General de Sistemas en las ciencias sociales.
Quizá, cuando las pioneras del Trabajo Social se fijaron en la Escuela de Chicago y su Interaccionismo Simbólico, fue porque la Teoría General de Sistemas no se había desarrollado todavía. Porque desde que, en los años 50 del siglo pasado se implantó, la terapia sistémica y el Trabajo Social han ido de la mano ya que ambas encajan a la perfección en sus respectivos objetos de intervención.
Tanto el trabajo social como la terapia familiar se centran en mejorar el bienestar de las personas y promover cambios positivos en su entorno. Mientras que el Trabajo Social, por un lado, es una disciplina que se ocupa de abordar las necesidades sociales y emocionales de las personas, las familias y las comunidades; la terapia familiar, por otro lado, se enfoca específicamente en las dinámicas y los problemas que afectan a las familias. Los terapeutas familiares trabajan con sistemas familiares completos para mejorar las relaciones, resolver conflictos y promover la comunicación efectiva. Utilizan enfoques terapéuticos basados en evidencia para ayudar a las familias a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y promover un funcionamiento familiar positivo.
Por tanto, existe una conexión natural entre el trabajo social y la terapia familiar, ya que ambos se ocupan de las interacciones y relaciones humanas. Muchos trabajadores sociales también se especializan en terapia familiar o colaboran con terapeutas familiares para brindar apoyo integral a las familias. La terapia familiar puede ser una herramienta eficaz para abordar problemas sociales y emocionales que afectan a las familias, y los trabajadores sociales pueden incorporar enfoques terapéuticos en su práctica para mejorar los resultados para los individuos y las familias con las que trabajan. Han sido muchos los trabajadores sociales que han sido grandes terapeutas familiares, destacando Virginia Satir y Michael White.
Para hablar de ello contaremos con:
Helena Frías. Psicóloga y Terapeuta Familiar. Orientadora Laboral en ACCEM.
Patricia García. Educadora. Coordinadora Servicio Especializado de Menores.
Sonia Ponce. Trabajadora Social y Experta en Intervención Familiar Sistémica en Servicios Sociales del Consell Comarcal del Baix Ebre.
Rosa García. Trabajadora Social especialista en Sociología de las Políticas Públicas y Servicios Sociales e Intervención Familiar Sistémica. Máster Propio en Migraciones Internacionales y Asilo Responsable de ACCEM en Calatayud.
La mesa la coordinará Dolores de Pedro. Subdirectora y alma mater del Máster de Intervención Familiar Sistémica. Terapeuta familiar y de pareja acreditada por FEATF y FEAP. Directora del Máster propio de Intervención Familiar de la Universidad de Zaragoza (2009-2022). Docente del Grado de Trabajo Social. Sociología. Programa de Atención a Familias en convenio con la Dirección General de Igualdad y Familias.
Esta mesa incidirá la necesidad que tiene la acción social en incorporar la óptica sistémico-relacional ante la situación de crisis económica constante que vivimos y que fue aumentada de forma exponencial con la pandemia, creando una situación de incertidumbre, especialmente en las personas y familias más vulnerables de la sociedad. Debemos superar el asistencialismo para dotar a las familias de herramientas para ser autónomas y consigan integrarse en una sociedad cada vez más compleja y globalizada.
Un modelo neoliberal como el actual, necesita que cada vez seamos más individualistas, más consumidores, que se rompa el tejido social y que exista rivalidad entre iguales. La acción social debe ayudar que podamos sobrevivir a este tipo de sociedad para, precisamente, crear un tejido social y una cooperación entre iguales. Soluciones sociales para problemas sociales.
En resumen, la relación entre el trabajo social y la terapia familiar es estrecha y complementaria. Ambos campos se centran en mejorar el bienestar de las personas y las familias, abordando problemas sociales, emocionales y relacionales. Al colaborar e integrar enfoques terapéuticos, los trabajadores sociales pueden proporcionar un apoyo integral y efectivo a las familias en su proceso de cambio y crecimiento.
Si quieres participar en el debate, no olvides inscribirte gratuitamente a las jornadas en https://ssiurana.wixsite.com/mastersistemica/actividades