Hoy os presentamos la mesa 4 de nuestras Jornadas de Puertas Abiertas: La Terapia Familiar en la Discapacidad Intelectual. Nuestras ponentes serán:
Berta Navarro. Trabajadora Social. Responsable del Proyecto de Ciudadanía Plena Inclusión Aragón. Experta en intervención familiar sistémica.
Irene Escobedo. Trabajadora Social. Responsable Proyecto Inserción Laboral en Plena Inclusión Aragón. Experta en intervención familiar sistémica.
Lidia Esteban. Trabajadora social. Técnica en el Proyecto Empleo Personalizado en Plena inclusión Aragón. Experta en intervención familiar sistémica.
Será coordinada por Pepa Pueyo, Trabajadora Social y Terapeuta Familiar y de pareja, acreditada por FEAP Y FEATF. Máster en Mediación. Docente del Más er de Intervención Familiar Sistémica. Programa de Atención a Familias en convenio con la Dirección General de Igualdad y Familias.
Un tema fundamental, ya que la familia es clave en todo el desarrollo de la discapacidad. Si en la discapacidad hablamos de cambiar el entorno, que sean estas personas los principales agentes del cambio social, de que existan oportunidades y apoyos... tenemos que hablar de la familia, el grupo primario por excelencia y más si cabe cuando existe una discapacidad dentro de ella. La base de la pirámide y el principal recurso que existe para la persona discapacitada.
El modelo de atención social tiene que prestar una gran atención a la familia. Los centros educativos deben considerar a la familia como un elemento más a la hora de planificar la respuesta educativa para el alumno con necesidades educativas especiales, de modo que el papel a jugar por parte de las familias tiene que ser del máximo compromiso. Se trata de orientarlos hacia una colaboración coherente y serena que redunde en beneficios hacia su hijo (Vived, Elía, Carda, Jorge et al., 2012).
Como nos recuerda John Rolland (2000:23), las familias ingresan en el mundo de la enfermedad y la discapacidad sin un mapa psicosocial. Con frecuencia necesitan desesperadamente una guía psicosocial que les pueda proporcionar apoyo y la confirmación de que están manejando la enfermedad con normalidad.
Como todas las familias, la transición de una fase del ciclo vital a otra trae una crisis. Ésta puede estar más acentuada cuando existe una discapacidad intelectual y por ello, los profesionales, debemos estar atentos para conseguir que las familias transiten por cada fase, no como un peligro, sino como una oportunidad para su evolución. Entender la familia como recurso es esencial para que el proceso de la persona sea un crecimiento. Deberemos prestar atención principal a los factores de la familia que incluyen en la discapacidad. Según Peter Steinglass y Mary Elizabeth Horan (1988) son cuatro estos factores:
1. La familia como recurso
2. La familia psicosomática como un modelo deficitario
3. Efectos de la discapacidad sobre la familia
4. Influencias de la familia en el curso de una discapacidad
En resumen, la discapacidad intelectual impacta a la familia en diferentes etapas del ciclo de vida, pero también ofrece oportunidades para el crecimiento y el cambio. Al prestar una atención adecuada a las necesidades de las familias y brindarles apoyo emocional y recursos, podemos promover la evolución positiva de las familias y su capacidad para actuar como agentes del cambio social. La colaboración entre profesionales y familias es fundamental para construir relaciones saludables y flexibles que se adapten a las necesidades de las personas con discapacidad intelectual y sus familias.
De todo ello hablarán nuestras ponentes en esta interesante mesa. Aún puedes apuntarte en nuestra web. Os esperamos!!!!